En el corazón de Logroño, entre bancos de piedra y arbustos cuidados, aparece una imagen que resume muchas escenas cotidianas en Logroño: una mujer sentada con su perro, sin prisa, sin ruido, sin aparente destino.
Este tipo de momentos cotidianos de la ciudad nos recuerdan que la vida no siempre está en el movimiento, sino en la quietud. En la pausa. En la compañía silenciosa que no necesita palabras.
Foto y texto: RSBlogging